¡30 minutos! Eso es exactamente lo que he tardado en instalar Ubuntu con incluso más funcionalidades de las que tenía en mi Debian.

¿Por qué este cambio? Bueno, supongo que la edad tendrá algo que ver y uno ya no tiene tanta paciencia como antes. Y es que en mi humilde opinión, disponer de un sistema Debian con todo correctamente configurado, resulta una tarea tremendamente tediosa, además de que si deseas estar un poco al día con los programas que tienes instalados, te implica estar en una versión testing o unstable de Debian, con el riesgo que ello conlleva.

Concretamente y por poner un ejemplo de lo último que me había ocurrido con mi Debian sid: tenía que asistir a unos talleres de programación, y tuve disponible toda la tarde anterio al día en cuestión, por lo que decidí actualizar el sistema.

Actualizo, y pierdo el driver propietario de NVidia (que lo instalé yo por mi cuenta ya que Debian no lo incluye y Compiz es un gustazo del que no se puede prescindir una vez lo pruebas). Total que lo reinstalo y resulta que la versión de gcc que hay ahora en el sistema es una superior a la que utilicé para compilar el kernel en su día, por lo que no me deja compilar el módulo de nvidia. Solución: recompilar el kernel, y ya de paso, actualizarlo a la última versión disponible, que, casualidades de la vida, da errores de compilación con la versión nueva del gcc. Mi gozo en un pozo.

Opto por downgradear el gcc a la versión que tenía previamente, y además me quedo con la versión que utilizaba hasta el momento del kernel, pero seguía con el problema del módulo nvidia, por lo que vuelvo a intentar compilar el kernel, pero en este caso sin actualizar las fuentes. Compila todo sin problemas ¡uff!

Reinicio, y veo que no tengo conexión inalámbrica. Bueno, no es problema ya que el módulo lo compilo por separado, así que lo hago y lo cargo, pero por lo que sea, no consigo conectar a mi red wifi configurada con WPA (que en su momento ya me costó unas 3 o 4 horas configurar) :'(

Finalmente y tras rehacer toda la configuración que ya hice en su día, consigo volver a conectar. ¡Todo listo y actualizado para el taller!

Pues bien, llego al taller, me dan la configuración para conectar a la red WPA y no lo consigo, que no cunda el pánico… Solución tumbar y levantar la interfaz wifi sucesivas veces (como durante unos 30 minutos) hasta que finalmente consigo IP, todo esto sin tocar configuración sino simplemente repitiendo el proceso una y otra vez. A todo esto, los compañeros de mesa arrancan su Ubuntu, y con un pequeño desplegable seleccionan la red wifi y meten user/password y a trabajar 😮

Sinceramente, situaciones como ésta te hacen plantearte si realmente merece la pena dedicar tantísimo tiempo a la configuración de un ordenador, en detrimento de tiempo de uso. Está claro que no está mal conocer cómo hacer estas cosas a “bajo nivel“, pero llega un punto que resulta excesivo.

En resumen, ahora mismo soy un novato total en Ubuntu, aunque es realmente parecido a Debian, por lo que no creo que me cueste adaptarme (aún así, si tengo en cuenta todo el tiempo ahorrado en configuraciones, por el mero hecho de haber optado por Ubuntu, creo que dispongo de tiempo más que de sobra para adaptarme).

PD: Soy usuario de Debian desde hace aproximadamente 8 años (allá por el 2000 instalé mi primera Potato) y por el momento la voy a mantener en mi servidor, que cariño todavía me queda hacia Debian.

¡Un saludo a todos!