AhorroPosiblemente si algo tuviera que ser la piedra angular de la inversión, apostaría a que lo es el ahorro.

Y es que parece lógico que para poder invertir en cualquier tipo de producto financiero, es necesario disponer de un mínimo de líquido disponible. Parece una obviedad, pero la constancia en el ahorro, determinará nuestra disponibilidad de capital para la inversión.

Pienso que ahorro e inversión son dos caras de una misma moneda: el ahorro es la herramienta que permite a la inversión hacer que éstos crezcan.

Por ello es importante preparar un análisis del flujo de efectivo mensual. Un simple ejercicio de introspectiva financiera. No es más que una hoja de cálculo donde se indiquen todos los ingresos y gastos previstos mes a mes. No es necesario ser super detallado, pero sí no olvidar ninguno de los gastos que de forma normal ocurren en cada periodo del año (primas de seguros, gastos de comunidad, vacaciones, etc). Es muy importante ser honesto con uno mismo, así como también incluir una partida para gastos imprevistos.

Con este análisis veremos cuál es nuestro disponible estimado mes a mes, y así poder determinar qué montante destinamos a ahorro. Personalmente he decidido ahorrar 500€ todos los meses. Es una cantidad que está ligeramente por encima de lo que me resulta cómodo, pero creo que de esta forma podré acercarme más rápidamente a la libertad financiera.

Todavía es pronto, pero voy intuyendo que poner todos los huevos en la misma cesta no es una opción demasiado acertada, por lo que tendré que ir planteándome cómo repartir estos ahorros mensuales en distintos tipos de inversión, no sólo bolsa.

Diversificar al fin y al cabo, posiblemente otras de las herramientas base para conseguir mayor seguridad.

No quiero perder el foco: no quiero dejar totalmente al azar el futuro de mis ahorros, si no que quiero minimizar riesgos aunque ello implique un rendimiento menor.

Aunque tampoco quiero engañarme: algún riesgo hay que asumir, aunque éste sea menor.