Diversificar inversiones para aumentar nuestra tranquilidad
Antes de asumir el riesgo que supone la inversión en Bolsa, quise asegurarme de que era el modo que quería utilizar para sacar rendimientos a mis ahorros. Todo el mundo sabe que invertir en bolsa es algo arriesgado y en aquel momento prefería optar a un rendimiento menor a cambio de una mayor seguridad de retorno de mi dinero.
¡Manos a la obra! Acto seguido empecé a bucear por las páginas de inversión de las entidades bancarias con las que trabajo e ir extrayendo una lista de productos tipos a fin de poder investigar sobre cada uno de ellos y las condiciones que les aplican. Tras unas horas de investigación conseguí la siguiente lista de productos:
- Depósitos
- Fondos de inversión
- Seguros de ahorro
- Planes de pensiones
- Bolsa
- Y alguno más… (Tranquilos, en posteriores artículos entraré en detalle con cada uno de ellos)
¿Por cuál decidirme? Cada uno tenía sus ventajas e inconvenientes. Tras mucho leer en foros, llegué a una línea argumental bastante común: diversificar las inversiones, no sólo decidiendo en qué empresas invertir, sino en qué productos utilizar. De esta forma, repartiendo tus ahorros en distintos productos, consigues una mayor seguridad financiera. En general, no resulta conveniente poner todos los huevos en la misma cesta.
El problema que le vi a este enfoque, es que, a parte de conservador, requería un capital considerable, puesto que la diversificación lo repartiría en montoncitos de menor tamaño. En mi caso era poco viable debido a los ahorros de partida, por lo que a pesar del consejo, decidí centrarme en la inversión en bolsa.
Por último y antes de terminar, quería comentaros un par de opciones que me resultaron de especial interés (por su novedad) y que recuperé a través de contactos, foros y blogs especializados en inversión:
- Inversión inmobiliaria: y no hablo de comprar un piso asumiendo una hipoteca (y sus intereses) con el fin de venderlo en un futuro, sino de compras en comunidad (crowdfunding), por decirlo de algún modo, que permiten destinar parte de nuestro dinero a la compra de una vivienda real, rehabilitarla, alquilarla durante un determinado tiempo, repartiéndose el importe del alquiler entre los propietarios (a modo de dividendo) para finalmente vender la vivienda y repartir beneficios. Personalmente, conocía el crowdfunding, pero no lo había visto todavía aplicado a la compra / venta inmobiliaria. Realmente me pareció muy interesante, y puesto que no hay un mínimo para participar, resulta una opción a considerar. Para más detalles, consultad la web de Housers (gracias a mi amigo Fidel Añó por comentarme este tipo de inversiones!)
- Inversión en negocios en fases iniciales (a.k.a startups): sin duda es la opción que más retorno puede producir, pero también la más arriesgada. Por Silicon Valley se dice que más del 90% de las startups resultan fallidas. Lo suyo es, una vez más, diversificar en distintas startups y buscar ese 10% que cubra al resto de inversiones fallidas y retorne un beneficio. Y sobre todo, tratar de encontrar aquella que se convierta en unicornio (se valore en más de 1.000 millones de $), lo cual no es tarea fácil. Aún así, si dispones de una cantidad importante de ahorros, y dado el efecto social que genera este tipo de inversión (creación de autoempleo, fomento del emprendedurismo, buena publicidad al inversor, etc) resulta una opción a tener en cuenta.
Sin duda el momento actual de crisis por el que estamos pasando, aumenta la creatividad de las personas, y no sería nada raro ver nacer nuevos tipos de productos o proyectos inversión como el de Housers.
Permanezcamos atentos, lo bueno puede estar por venir.